Las “soft skills” de los profesionales de la prevención

Las “soft skills” de los profesionales de la prevención

Las “soft skills” de los profesionales de la prevención

Presentamos el extracto de un artículo publicado por el INSST en su revista Seguridad y Salud en el Trabajo (edición de diciembre de 2022, número 113, pp.79-87) en el que fundamentamos una clasificación jerárquica de las soft skills de los/las técnicos de prevención, basada en las competencias más importantes que estos profesionales deben poseer (habilidades personales, interpersonales y de gestión). Para llevar a cabo este análisis, hemos contado con los datos de una encuesta en la que han participado 120 prevencionistas, que han dado su valoración sobre las habilidades que, para ellos, son las más relevantes.

¿Qué son las "soft skills" (habilidades blandas) y por qué son importantes para el/la Técnico de PRL?

No podríamos hablar de las soft skills sin explicar primero las hard skills (habilidades duras), que son aquellas que hemos adquirido mediante formación o experiencia laboral y que es posible contrastar su adquisición. Nos referimos a formación reglada, al nivel de idiomas o a la experiencia laboral en un puesto de trabajo ya que, en todas ellas, podemos certificar su conocimiento. Estas habilidades son las que capacitan para el desempeño de un puesto, pero las que hacen que el desarrollo de ese conocimiento se pueda llevar a cabo con éxito son las soft skills.

Las exigencias que nos encontramos en nuestro entorno laboral, cambiante por momentos, hace que las capacidades de interacción y comunicación sean cada vez más importantes para adaptarnos a las nuevas situaciones. Aquí es donde entran en juego las soft skills, habilidades relacionadas con la personalidad que nos sirven para interrelacionarnos con otras personas. Empatía, resiliencia, comunicación, credibilidad, son algunas de ellas que nos permiten adquirir destrezas para negociar, tomar decisiones, comunicarnos, etc., acciones que están muy presentes en el día a día de aquellas personas que nos dedicamos a la prevención. Desde este punto de vista, las soft skills constituyen, casi siempre, la clave para llevar a cabo los proyectos profesionales de una forma eficiente y exitosa.

¿Cómo clasificar las "soft skills"?

La acreditación de las hard skills para los/las técnicos de prevención viene regulada por el Real Decreto 39/1997, que establece sus funciones en los artículos 35, 36 y 37 y la formación necesaria en sus anexos III a VI. En el caso del técnico intermedio, adaptado primero al Real Decreto 1161/2001 y, más tarde, a la nueva normativa de ordenación e integración de la Formación profesional, anteriormente citada, se dispone del Grado Superior en Riesgos Profesionales, donde las funciones vienen desarrolladas en las unidades de competencia, a las que nos referiremos más adelante.

Hablar de soft skills conlleva tratar con conceptos que no son inequívocos, vinculados a la subjetividad personal. Por tanto, resulta complejo realizar una clasificación de las soft skills.

Para poder realizar una clasificación adaptada al ámbito de la prevención de riesgos laborales, se ha realizado un análisis de las diferentes competencias que establece el currículo del Técnico Superior en Prevención con el objetivo de conectarlas y relacionarlas con las soft skills. Tras el análisis de dichas competencias, y si intentamos clasificarlas en bloques de contenido, conforme a lo que establece en el Real Decreto 1161/2001, de 26 de octubre, por el que se establece el título de Técnico superior en Prevención de Riesgos Profesionales y las correspondientes enseñanzas mínimas, se ha podido concluir que se pueden clasificar en tres grandes grupos: gestión, interpersonales y personales

Este análisis, además, establece una jerarquización en forma de pirámide, puesto que las habilidades de gestión necesitan del desarrollo de habilidades interpersonales y éstas, a su vez, de determinadas habilidades de carácter personal. En la siguiente figura se ilustra gráficamente la representación de esta clasificación.

Representación no exhaustiva de la clasificación jerarquizada de las soft skills
Fuente: Revista Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST)

Soft skills personales

Podríamos definir las soft skills personales como aquellas que se relacionan directamente con los rasgos comportamentales del individuo. Nos permiten hacer frente a diferentes situaciones, reaccionando ante ellas según sea la habilidad que tengamos desarrollada. Aunque son rasgos dependientes de la forma de ser de las personas, es cierto que la mayoría de las habilidades personales se pueden entrenar para poder poseerlas o potenciarlas. Normalmente las moldeamos a través de la experiencia vital, pero muchas de ellas se pueden mejorar a través de formación.

Soft skills interpersonales

Las que hemos denominado soft skills interpersonales están vinculadas a nuestras relaciones con otras personas y son habilidades que surgen de la suma de dos o más habilidades personales, que no siempre son las mismas. Un ejemplo claro es la habilidad de comunicación, que puede ser la suma de varias personales (empatía, escucha activa, confianza, etc.) y que dependen del contenido que queramos trasladar en ese proceso comunicativo, marcado por el objetivo del mismo: formar, informar o transmitir instrucciones, hacer sugerencias, etc.

Soft skills de gestión

El tercer estrato de nuestra pirámide lo forman aquellas habilidades necesarias para realizar labores de gestión y que necesitan tanto de las personales, como de las interpersonales. Por ejemplo, organización y planificación necesitarían de las interpersonales trabajo en equipo, liderazgo, motivación, compromiso, etc., pero también de las personales motivación, iniciativa, influencia, etc.

Conclusiones / prospectiva

Tal y como se ha presentado en el presente trabajo, proponemos un marco teórico de carácter jerarquizado que ayude a clasificar e identificar las principales habilidades blandas, en este caso, ligadas al desempeño profesional del Técnico de Prevención. Consideramos que esta forma de analizar estas habilidades, a través de bloques de contenido, puede constituir una primera base válida para implementar procesos de evaluación y formación de las mismas. De este modo, y tal como se ha expuesto con anterioridad, podemos establecer tres niveles jerarquizados: gestión, interpersonales y personales. Esta estratificación nos permite afirmar que para dominar una habilidad blanda de un nivel superior no es necesario poseer todas las habilidades del nivel inferior.

En síntesis, y a modo de recapitulación, las habilidades blandas de gestión constituyen un elemento clave para el desempeño de esta profesión, en la que tareas que implican organización, planificación y seguimiento de procesos y tareas que, además, implican a otras personas, ocupan un lugar preferente en las competencias que debe desarrollar. Labores de formación e información a las personas trabajadoras, la identificación de peligros y su posterior evaluación, la implementación de las medidas preventivas propuestas, son algunas de las actividades que debe realizar una persona dedicada a la prevención de riesgos laborales y que necesitan la utilización de algunas de estas habilidades blandas para poder llevarlas a cabo.

En definitiva, la finalidad de este trabajo es aportar un modelo teórico sencillo y operativo, que permita establecer las bases para lograr un doble objetivo:

  • De un lado, favorecer la reflexión en torno a la importancia vital de desarrollar las habilidades blandas en el entorno profesional. No en pocas ocasiones se dan por supuestas y la formación en este ámbito constituye una inversión al igual o, en ocasiones, incluso más que en el plano técnico. El mercado laboral actual implica saber trabajar con flexibilidad y capacidad de adaptación al cambio, generar soluciones creativas y todo ello en un contexto que obliga necesariamente a saber trabajar en equipo, saber liderar y saber motivar.
  • Por otra parte, y desde una perspectiva más operativa que permitiría implementar nuevas vías de investigación y análisis de carácter inmediato, el modelo de clasificación aportado puede permitir desarrollar dispositivos de evaluación, autoevaluación y formación de las softs skills aplicadas de forma específica al desempeño profesional del Técnico en Prevención.

Disponer de programas formativos que faciliten el desarrollo de estas habilidades puede constituir, sin duda, un elemento clave para el desarrollo exponencial de las competencias técnicas del Técnico en Prevención.

Se puede descargar la revista y consultar el artículo completo aquí

 
Luis Salgado
Responsable Territorial de Seguridad y Salud
Fundación Laboral de la Construcción - Cantabria

 
Marta Silvero
Responsable Territorial de Formación
Fundación Laboral de la Construcción - Navarra

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